JFK

JFK: Caso abierto

(Oliver Stone, 1991)

Por José María Caparrós (1943-2018). Fue Catedrático de Historia Contemporánea y Cine de la Universidad de Barcelona y Fundador del Centre d’Investigacions Film-Història. Texto de Caparrós, J. M. (2004). Cien películas sobre Historia Contemporánea. Alianza, pp. 578-580.

Se trata de la puesta en imágenes del «informe Garrison» y de otros textos conocidos, acerca de una posible confabulación gubernamental para asesinar al presidente Kennedy, en la cual estarían implicados la Mafia, el FBI y la CIA, junto a exiliados anticastristas y algunos militares. A tal fin, se combinan los noticiarios de la época con documentales reconstruidos y una historia de ficción. «A Kennedy le mataron varios miembros del Gobierno de los Estados Unidos ha manifestado su discutido realizador, por oponerse a la Guerra Fría y por negarse a enviar tropas de combate a Vietnam».

Magistral y contundente película del «oscarizado» Oliver Strone (Platoon Nacido el 4 de julio, ambas sobre la guerra de Vietnam), que intenta demostrar en contra del «informe Warren» la validez de la tesis sostenida y rechazada por la justicia de USA por el fiscal de Nueva Orleans Jim Garrison, que interpreta espléndidamente el galán de moda Kevin Costner. La evocación de una época conflictiva, así como la recreación de ambientes a veces demasiado sórdidos y tipos, son notables. Ahí, junto al montaje dinámico y tremendamente analítico y la banda musical del famoso John Williams, reside parte del éxito de este film, acaparador de «nominaciones» de Hollywood.

En la película han colaborado como intérpretes por solidaridad con Kennedy actores tan célebres como Jack Lemmon, Walter Matthau y Donald Sutherland.

Dedicada a la juventud, JFK posee un poder de persuasión, no tanto por la credibilidad de la tesis que defiende en Estados Unidos hubo una gran polémica con motivo del estreno del film, sino por la fuerza de las imágenes. Una vez más se demuestra que el cine, cuando está bien realizado, tiene unos visos de realidad que no dan otros medios de comunicación de masas. Ficción o verdad histórica, lo cierto es que Stone pone sobre el tapete un tema oficialmente enterrado, que se cargó a las espaldas Lee Harvey Oswald. Aun así, el magnicidio del 22 de noviembre de 1863 se evoca de forma demasiado inapelable. Y para ello, Oliver Stone no evita ni la demagogia sobre todo en el discurso final del protagonista, que logra emocionar al espectador ni cierto maniqueísmo fácil, qeu alcanza alguna oncesión en torno a homosexuales e imágenes de la autopsia de Kennedy que resultan un tanto desagradables.

Con todo, el realizador ha utilizado al fiscal Jim Garrison como paradigma de «al menos doce investigadores independientes, un poco al estilo de los personajes de Frank Capra. Garrison dijo funciona como una métafora…, pues llegó a convencer al jurado que fueron más de tres los disparos efectuados, y probó que Oswald no era un loco comunista sino que tenía contacos y que era en realidad un agente doble». En definitiva, JFK es un film político-denunciatorio que no sólo dio mucho que hablar, sino que el Gobierno norteamericano tuvo que abrir de nuevo el caso oficialmente cerrado hasta el año 2029. No obstante, la Academia de Hollywood sólo le concedió dos Oscar.